Después de mucho tiempo sin escribir nada en este lugar, me dispongo en este momento a hacerlo ¿con qué objeto? no sé, no sé ni siquiera para que tengo un blog, ¿a quién le importa lo que yo escriba? ni que mi vida fuera tan interesante para andarla contando. En fin como no tengo nada que decir creo que aquí termina este post a menos que un momento de iluminación llegue a mi cerebro y me de una idea para escribir algo. Se me acaba de ocurrir algo, es una historia de un muchacho que era muy inteligente hasta que un día se le acabó la inteligencia y decidió votar, ¿quieren saber de quién hablo? pues soy yo y la historia es esta: Hace tiempo, desde antes de que empezaran las campañas yo decía, no voy a votar ¿para qué? si la política no funciono en Grecia menos va a funcionar en México que es un país tercermundista; y anular el voto ¿con qué sentido? al final de cuentas hay boletas vendidas para suplantar a las anuladas. Después de mucho tiempo de estar diciendo esto terminé traicionándome de la pero manera ¿cómo?, votando. ¿Por qué lo hice? por imbécil, tanta tele y todo eso me lavo el cerebro y por eso voté, acabé creyéndome todas las mentiras de los partidos, me volví ciego y uno más del montón. ¿Quieren saber por quién voté? por el peje y no me arrepiento de haber votado por él y tampoco me importa que haya perdido y que como siempre hicieran su fraude, de lo que me arrepiento es de haber votado, porque con eso destruí en lo que creía. ¿Para qué vote? no sirve de nada, México es un país que nunca va a cambiar, siempre va a ser igual, siempre van a existir los corruptos, los huevones, los rateros; por mi México se puede ir a la chingada con todos sus políticos, a mi no me importa lo único que me interesa es yo mismo, es hacerme más inteligente, ser más chingón en lo que me gusta y así salirme de este país y disfrutar de los privilegios de la clase alta en algún país chido de Europa. Hasta aquí llega mi cerebro y nuevamente repito si la política no funcionó en Grecia, menos va a funcionar en México que es un país tercermundista.