lunes, febrero 20, 2006

En realidad somos algo desconocido

¿Cómo saber que en realidad somos alguien?
¿Cómo saber que es realidad somos algo?
¿Cómo saber que en realidad existimos?

El mundo puede no ser como creemos que es, incluso es posible que nosotros no seamos quienes creemos ser. La imaginación es capaz de crear un Todo partiendo de la Nada, es como si quien imaginara fuera un Alfa y un Omega, un Principio y un Fin, quien imagina es igual a un dios ya que posee el placer de la justicia y sentencia de acuerdo a su criterio lo que está bien y lo que está mal.

Tú que lees, sólo piénsalo un instante ¿sería posible que todo lo que conocemos y hemos vivido sea parte de la imaginación? Es posible. Es posible que yo sea el único ser existente en el universo, alguien que está sólo y que imagina un mundo en el que las cosas no son lo que en realidad son, es decir, soy el único que existe y todo lo que he conocido y vivido lo he imaginado con el único fin de existir en una Nada disfrazada. Mis amigos, mis experiencias, mis conocimientos, mi familia, Tú, no existen, simplemente son producto de mi imaginación.

O es posible, que tú que lees, seas en realidad el único ser que en verdad existe, seas quién ha creado todo lo que conoces, seas quién imagina, y que yo sólo sea un producto de tu imaginación que ha venido ha revelarte lo que tantas veces te has negado a ver.

Puedo ser quien imagina, o puedo ser el imaginado, pero si no es así, y resultara que tanto tu como yo somos producto de una imaginación, entonces seríamos los imaginados y deberíamos de preguntarnos:

¿Cual fue el error de la fatalidad para que tú y yo como seres imaginarios nos encontraramos?

¿Cual fue el error de la fatalidad para que tú y yo como seres imaginarios podamos imaginar?

¿Quién imagina?

¿Y quién es imaginado?

La verdad es hermética, y sólo me queda decir que nada es verdad, todo lo imaginamos.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Te he creado y he creado el resto del mundo y estoy aquí y en todas partes... crees que me imaginas pero yo te imagino en realidad, yo te he dado vida y te he azotado contra la pared un millón de veces sin que te des cuenta. Soy Dios y tú eres mi juguete. Alabado sea el Señor y su banda de 40 k/sec.