Sucio, inmundo, ofensivo, indecente, vil, repugnante, libre e imperfecto es el hombre. Una bestia que camina sobre la faz de la tierra destruyendo todo lo que se le atraviesa incluso a los de su misma especie. No respeta nada ni a nadie, actúa de acuerdo a sus impulsos a pesar de haber evolucionado su cerebro. Habla sin tener nada que decir, camina sin tener un lugar al cual ir, come sin tener hambre y existe sin saber el motivo por el que lo hace. Una máquina de errores que nunca está satisfecha y siempre quiere más. Miente, se vende, asesina, se rebaja, pisotea, abusa, traiciona, no importa cual sea el precio ya que hará lo que sea por obtener algo que no lo va a satisfacer.
Es una mente compleja que no entiende nada y hace de la vida algo monótono y sin sentido. Ha hecho esto desde su creación y lo seguirá haciendo hasta el momento en que desaparezca. No importa quién sea, no importa que haga, no importa lo que piense y no importa lo que sienta ya que al final es simplemente un hombre.
Inventa mundos, resucita a los muertos, camina sobre el agua, hace arte, siente, ama, llora, ríe, odia, se deprime, se cuestiona, se confunde y no entiende nada. Escribe, pinta, baila, hace música, construye y destruye, no importa cuál sea el modo de expresión ya que al final lo que se quiere expresar es lo mismo. Un mensaje que encierra el misterio de la existencia, un mensaje que siempre ha sido igual y que nunca ha cambiado, más sin embargo, nos ha vuelto ciegos y sordos ante sus fatales palabras porque muy en el fondo sabemos que al final lo único que nos dice es que somos Nada.
Nos hemos idealizado y hecho de este mundo una mentira que se desarrolla con la ayuda de todos. Tenemos religión, política y dinero, seguimos a falsos ídolos, nos esforzamos por ser mejor que otros y hemos hecho de una misma especie distintas clases de hombres, olvidando que al final del camino, cuando nuestros cuerpos se conviertan en materia muerta, Tú al igual que Yo vamos a ser lo mismo que cuando estábamos vivos Un hombre y nada más.